Hola a todos. Mañana es nochebuena y pasado navidad.Y a nosotros este año nos toca quedarnos en las américas en vez de volver a casa como el turrón.
La verdad es que estamos muertecitos de pena, pero intentamos consolarnos con la cosa de que el año que viene seremos uno más en las fiestas. Además, todo el mundo está muy tristoncillo porque no vamos a España (o al menos eso nos dicen y luego estarán bebiendo champán como descosidos y comiendo cigalas a nuestra salud, bandidos, que sois unos bandidos).
Pero para hacer las fiestas un poco más llevaderas y sentir que estamos haciendo algo especial hemos decidido irnos a un resort de vacaciones navideñas. Si si, cómo lo oís. Aquí hay hoteles dónde van las familias a pasar las fiestas y en dónde todos juntos comen pavo, se ponen chiminos a macaroni&cheese y por la noche juegan al scrabble enfrente de la chimenea. De hecho, hemos contratado un paquete de actividades que incluye (juro que no es broma):
- Dos noches en una cabaña al lado del lago
- Cena de nochebuena, Christmas Eve, en un asador de carne
- Dos entradas para un musical navideño antes de la cena (bueeno, esto podría tener un pase).
- Un paseo en carro de caballos por el pueblo (estooooo…)
- Búsqueda del tesoro con los elfos (¿?)
No estoy mintiendo. Búsqueda del tesoro con los elfos en el hotel. Es que os voy a poner el vídeo que he encontrao buscando por internet:
Me da hasta vergüenza cada vez que veo el vídeo.
Así, que como estamos muy involucrados en eso de integrarnos en la cultura americana, allí que nos vamos a ir los dos solicos (o debería decir los tres) a pasar las navidades. Aunque conociendo a los americanos ya os digo yo que solos solos no vamos a estar, que son muy cansinos. Es que es sentarte a leer el periódico o a tomarte un café y enseguida vienen a darte charleta. No tardan ni un minuto en preguntarte de dónde eres, cuántas horas tardas en avión en volar a España y si es verdad que en Europa no tenemos luz ni agua corriente 24 horas del día (¿por qué piensan eso? no tengo ni idea, pero es la tercera vez que nos lo preguntan).
Para animar un poco el cotarro, que viendo el percal creo que me voy a deprimir y mañana no voy a querer salir de casa, os voy a contar la evolución de Cacahué/Daniel. (¿Os había dicho ya que le vamos a poner Dani? estamos en plena transición intentando dejar de llamarle Cacahuete y llamarle por su nombre, pero es que nos cuesta muchísimo).
Estas últimas semanas me lo estoy pasando teta. Estoy en modo científica loca haciendo experimentos con mi pobre futuro hijo todo el día. Tengo a marido asustado diciéndome que deje de marear al pobre muchacho, que le voy a sacar loco perdío. Y puede que tenga razón.
Resulta que desde hace unas semanas noto que se mueve un montón. Pero mucho mucho mucho. Y he descubierto que puedo interactuar con él, así que a eso me dedico todo el día. Os resumo mis experimentos:
- La comida: Va a ser un mamonaco. Por la mañana se debe despertar con hambre y me despierta a mi moviéndose todo el rato a eso de las 8 (mola tener despertador gratis ¿no?). En cuanto desayuno ya se queda tranquilo. He descubierto que le gustan las tostadas con tomate, los Special K y las tortitas, pero pega patadas con los chocokrispis y con las galletas maría. En la comida pasa igual. Vuelve a ponerse loco a eso de la 1 y no para hasta que como. Le gustan los guisos de cuchara, como las lentejas, y la pasta, pero no le gustan los huevos rotos con jamón (este va a salir más americano…).
- La música: Mientras curro suelo ponerme música clásica (si me pongo Sabina, canto y me distraigo y pierdo el hilo) y lo que hago es ponerle unos auriculares en la tripa mientras yo me pongo otros. Esto le mola bastante, porque noto como se mueve despacito con la música que le gusta y como me aporrea con la que le molesta. Es bien: Mozart, Bach, Verdi, Vivaldi, Debussy,… Es mal: Beethoven y Tchaikovsky. Por cierto, ahora que no hago más que leer artículos científicos os comento una curiosidad: las conexiones cerebrales del feto se desarrollan desde el primer trimestre hasta la semana 28. A partir de la semana 28 todas las conexiones que tenga hechas serán las que tenga durante toda su vida, por lo que yo creo (esto es opinión personal) que no es malo intentar estimularle lo máximo posible poniéndole música, hablándole, etc. Ahora bien, también os digo que lo más probable es que todo esto sean tontunas y que el niño salga de listo como tenga que salir, pero por mi que no quede.
- El Facetime: Con este me parto. Cada vez que llamo a alguien por el Facetime y suena el pitidito de que está llamando, Dani pega una patada. Más o menos así: ppppiiiiii (patada), ppppiiiiii (patada), ppppiiiiii (patada), ppppiiiiii (patada), «¿Hola?» (no patada).
- La madre cansina: Ay, ya tengo orgullo de madre y no ha salido. Me creo yo que mi hijo es listismo (no listísimo, listismo del tó). Cada vez que doy un golpecito en la tripa me pega una patada en el mismo sitio en el que doy el golpecito. ¿Será un acto reflejo? Pues no. Dejadme con la ilusión de que mi chico es listismo. No vengáis a jorobar ahora vosotros.
- La ducha: Esto no le gusta. Es meterme en la ducha y ponerse malo, revolucionado del todo, de un lado para otro. Quién le iba a decir a su abuela la pulcra que le saldría un nieto cerdícola.
Imaginaos como tengo al pobre muchacho. Frito del todo. No hay un rato en el que no esté llamándole, hablándole, con la música puesta, tocándome la tripa,… al final el pobre va a salir saturado. Menos mal que tengo aquí a Marido para poner un poco de cordura.
Pero ojo, que él también se toma la revancha y bien que da la lata por las noches. Ya se encarga él de que su madre se acostumbre a despertarse tres veces cada noche. Debe pensar que necesitamos que nos vayamos acostumbrando a lo que nos espera. ¿Veis como era super listo? ¡si hasta nos educa a nosotros!.